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¿QUÉ HACER CUANDO ATRAVESAMOS UNA LESIÓN?


El proceso de lesionarse puede ser muy frustrante, sobre todo si uno está acostumbrado a realizar regularmente ejercicio. Incluso existen personas que atraviesan en alguna etapa de su vida “adicción al ejercicio”: se trata de una adicción conductual, en la cual el comportamiento de una persona se vuelve obsesivo, compulsivo o causa disfunción en la vida de una persona. Puede ser importante porque estas personas serán incapaces de parar de hacer ejercicio incluso lesionados de gravedad, que puede tener consecuencias nefastas para la salud. Sin llegar a ese extremo, muchas personas no saben cómo abordar una lesión.

Si sigues leyendo encontrarás algunas claves para poder recuperarte y llevarlas mucho mejor.



Numerosas son las preguntas que nos podemos hacer: ¿sigo con el mismo plan dietético? ¿No hago absolutamente nada y me quedo parado? ¿Sigo alguna pauta especial?¿Cómo podría ayudarme un profesional de la nutrición a superar mi lesión? Vamos a intentar daros solución a esas preguntas.

El problema al atravesar una lesión puede venir por lo tanto, por partida doble: o tirarlo todo “por la borda” y no hacer absolutamente nada o ignorarla y seguir haciendo ejercicio e incluso empeorar las consecuencias de ésta.


¿Qué tenemos que hacer entonces cuando atravesamos una lesión? Busquemos el punto medio.



Lo primero de todo aceptar, que la realización de ejercicio puede tener consecuencias inesperadas. Lesionarse alguna vez en la vida si practicamos ejercicio de manera regular es más que natural y normal. Muchas veces simplemente es un golpe de mala suerte, otras veces se puede dar por una mala realización repetida o no de la actividad en cuestión. Hay que tener cuidado y siempre que realicemos ejercicio físico, debemos conocer mínimo cierta técnica y conocer nuestra resistencia y capacidades para realizarlo. En caso de no tener suficiente conocimiento es muy recomendable contactar con un entrenador especializado, por lo menos para iniciarnos en dicho deporte, sea cual sea. En caso de querer llegar a un nivel muy avanzado, pese a que contemos con cierta experiencia, también es recomendable. Esto puede evitar muchas lesiones que pueden frustrarnos a lo largo de nuestra vida. Y es que ciertas lesiones pueden “arrastrarse” a lo largo de los años y pueden hacernos dejar de realizar un deporte o actividad que nos guste mucho para el resto de la vida.



Por otro lado, acudir a un especialista del tipo de lesión que estemos atravesando es importante y necesario, para que nos indique qué tipo de actividad o ejercicio podemos realizar, sin poner en riesgo nuestra recuperación. El ejercicio moderado o suave nos puede ayudar en muchos aspectos de la recuperación, y nos “quitará el gusanillo” si estamos acostumbrados a la realización regular de éste, siempre que no comprometa la zona lesionada en cuestión. La conclusión es que aunque estemos lesionados, no debemos quedarnos completamente quietos, si no realizar dentro de nuestras posibilidades alguna actividad física.


De la misma forma, una vez que hayamos atravesado el proceso inflamatorio y por lo tanto la primera fase de la lesión, debemos consultar al especialista para rehabilitar la zona o parte lesionada. Proceso muy importante ya que poco a poco podremos ir volviendo a la normalidad, realizando poco a poco más ejercicio, hasta el momento de recuperarnos y poder volver a sentir que la lesión ya no nos impide realizar el ejercicio o actividad que veníamos practicando antes de estar lesionados.




En cuanto a la nutrición, una lesión es sinónimo de mantenimiento, es decir, si estamos realizando cualquier tipo de dieta que involucre un déficit o superávit calórico, lo recomendable es abandonarla temporalmente, sobre todo en el proceso inflamatorio que conlleva estar lesionado, hasta que nuestro organismo abandone ese estado y se haya recuperado. Durante este proceso necesitamos nutrir nuestro cuerpo correctamente y darle mucha importancia a la alimentación. Más que nada, nos estamos refiriendo a olvidar el objetivo, si lo hay, estético o físico y centrarse al 100% en la recuperación.


Pautas importantes:


- Calorías de mantenimiento: sobre todo cuando la lesión impide movernos temporalmente y se reduce drásticamente nuestro gasto calórico, en caso contrario llevar una vida activa dentro de las posibilidades.


- Aumentar la proteína o asegurar un buen aporte: importante para evitar la pérdida de masa muscular. Muchos estudios recomiendan darle importancia a la proteína durante una lesión, ya que es responsable de la recuperación y mantenimiento de nuestro sistema músculo-esquelético. Recomendable consumir tanto proteína animal (carnes, pescados y huevos) como vegetal (frutos secos, legumbres, quinoa, semillas…).



- Dieta variada: darle importancia a todos los nutrientes, sobre todo los micronutrientes que suelen ser los grandes olvidados de la nutrición (vitaminas y minerales): importante el consumo elevado de frutas y verduras.


- Omega 3: se ha demostrado que es una grasa con un gran potencial anti-inflamatorio. No quiere decir que consumir suplementos o cantidades muy altas de alimentos que sean fuente de Omega-3 (semillas, pescados azules, nueces y otros frutos secos…) sea determinante, pero seguro que nos va a ayudar aún más en el proceso de atravesar la lesión y recuperarnos. Darle menos importancia y reducir el consumo de grasas saturadas y “trans” (aunque esto sea por normal general también, en una lesión debemos darle un énfasis especial.



- Más protagonismo a los hidratos procedentes de verduras y hortalizas: si no podemos realizar ejercicio, no necesitaremos la misma cantidad de hidratos simples y complejos, ya que no gastaremos el glucógeno muscular y por lo tanto, no será necesario reponer las reservas con tanta regularidad. En este caso es positivo darle más importancia a las verduras y hortalizas (además como hemos explicado antes ricas en micronutrientes, fibra y agua) y reducir el consumo de hidratos como los de la pasta “normal”, arroz blanco, pan blanco, azúcares, etc.


Para terminar la lista de recomendaciones, no podemos olvidarnos, como hemos hablado en otros artículos, de la importancia de la hidratación, el sueño en cantidad y calidad, el control del estrés y todo lo que signifique buenos hábitos de vida.

No podemos pensar en la punta de la pirámide sin darle importancia a la base, en la que abarcan todos los hábitos saludables y la clave de la nutrición y la salud.




En definitiva, la lesión puede ser un proceso frustrante y en el que vamos a necesitar cierta paciencia. Debemos encontrar nuestro punto medio, ni abandonar todo y quedarnos quietos y no cuidarnos, ni ignorarla y seguir dañándonos a nosotros mismos. Unos correctos hábitos y seguir las pautas de nutrición recomendadas en estos casos serán importantes a la hora de recuperarnos, y volver más fuertes y con más ganas que nunca.

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